Modelos de Excelencia y competitividad empresarial
La implementación de Modelos de Excelencia es un requisito fundamental para mejorar la competitividad empresarial. La búsqueda de la calidad Total junto con la aplicación de diferentes estrategias, ayudarán a tu organización a ser mucho más competitivos y mejorar el posicionamiento de tu negocio dentro del mercado.
Muchos emprendedores creen que introducir un producto en un mercado específico es suficiente para el posicionamiento de su marca. Consideran que el solo hecho de estar presentes justifica la razón de ser de sus empresas.
La experiencia indica, sin embargo, que dicha presencia es apenas el primer eslabón de una larga cadena. No basta sólo con estar; hay que saber cómo estar.
En realidad, cuando un producto ingresa en un espectro comercial se inicia un proceso mucho más complejo en el que éste interactúa con las marcas rivales y con una serie de dinámicas propias de ese mercado. A ese proceso, en el que cada producto está obligado a diferenciarse, se le denomina competitividad.
En la gran mayoría de los mercados, los productos no sólo se definen por sus virtudes y su valor agregado. Otra forma de hacerlo es a través del comportamiento de productos de la competencia, cuyos precios, estrategias de venta y servicios añadidos, entre otros, trazan en muchos casos las líneas del posicionamiento.
Saber competir es sacar el máximo provecho a las oportunidades que cada mercado es capaz de ofrecer. Es adaptarse a las dinámicas, ser flexible a los cambios y desarrollar una visión de negocio más amplia que las del resto de competidores.
Aumentar la competitividad: algunas claves
Sin embargo, ser competitivo no siempre resulta una tarea sencilla. De hecho, algunos emprendedores se quedan a mitad de camino al no hallar estrategias que les ayuden a optimizar sus planes de negocio.
En 1986, Michael Porter fue uno de los primeros especialistas del marketing en hablar de cinco elementos que determinan qué tan competitivo es un producto. Esas fuerzas son las tendencias del comprador, la evolución de los precios, los costes de cambio, el nivel de diferenciación de las marcas y el número de productos sustitutos.
Desde entonces las estrategias han proliferado en función de las necesidades de cada compañía. Algunas de las más empleadas son:
a) Diferenciarse de los otros:
Tiene que ver con el valor añadido que posee cada producto. Es decir, aquello de lo que las demás marcas carecen y que, por tanto, supone una ventaja competitiva. El trabajo consiste en identificar dichos valores y sacarles el máximo provecho. Uno de los factores que te ayudarán a conseguir esta diferenciación, es la implementación de modelos de modelos de Excelencias que garanticen la Calidad Total y la Excelencia.
b) Innovación constante:
Una de las cosas más valoradas por los consumidores es la capacidad de las empresas de ofrecer productos novedosos, originales, únicos. El posicionamiento no es posible sin la innovación. Entre otras cosas, porque gran parte del secreto de la competitividad está en la creación y la generación de nuevas ideas.
c) Satisfacción del cliente:
Pero competir no sólo consiste en mirar a la empresa rival. Otra manera de hacerlo es mejorando el grado de satisfacción del cliente, para lo cual son necesarias una serie de herramientas de marketing como sondeos, encuestas, estudios de mercado, entre otras. Hay que buscar necesidades reales y no suponerlas.
d) Internacionalización:
Otra vía para ganar competitividad puede ser la apertura a nuevos mercados. Aunque se trata de una práctica que en principio encarna múltiples riesgos, sobre todo por el desconocimiento del entorno y el mercado, los beneficios que reporta son numerosos en el plano económico y en temas como la notoriedad y la influencia.
e) Reducción de costes:
Es una de las estrategias más empleadas, aunque no por ello es la más indicada. Si bien la reducción de costes en los procesos es indispensable para poder competir, lo ideal es que sólo se aplique como una medida a corto plazo. De convertirse en una constante, la sostenibilidad de los negocios podría quedar en entredicho.
f) Uso de nuevas tecnologías:
En el contexto actual, donde gran parte de los procesos de venta y comercialización se han mudado al campo digital, es indispensable que las empresas inviertan en nuevas tecnologías. Páginas web, Apps y redes sociales como Facebook, Twitter y Google+ son algunas de las herramientas más empleadas para aumentar la notoriedad de las marcas en sus respectivos mercados. Sin embargo, además de la presencia en internet, las empresas se sirven también de recursos tecnológicos que simplifican y facilitan la gestión y contribuyen en la mejora continua de la organización.
El uso de ISOTools como herramienta para mejorar la competitividad
ISOTools es una herramienta software que facilita la aplicación y puesta en marcha de muchas de estas estrategias. Así, su uso permite, entre otras ventajas, reducir los costes, tanto de gestión como de producción.
Además la herramienta facilita la mejora de los procesos, su seguimiento y evaluación, y se adapta a los diversos modelos de Excelencia.
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