Gestión de Riesgos: ¿qué es un Cisne Negro?

Cisne Negro

Esta teoría, también llamada teoría de los sucesos del Cisne Negro, fue creada por Nassim Taleb en 2007, investigador y filósofo de origen libanés

Este término, Cisne Negro, ha formado parte de los textos sobre gestión de riesgos desde que fue acuñada por Nassim Taleb, en su libro “El Cisne Negro: El Impacto De Lo Altamente Improbable”.

Es aquí, donde utiliza, por primera vez, la metáfora sobre el Cisne Negro, como forma de describir eventos extremos atípicos, que sorprenden al observador y, en retrospectiva, el observador racionaliza que deberían haberlo predicho.

Es por eso, que hay que estar preparado tanto para lo imposible como para lo probable, y no simplemente conformarse con analizar lo que ya conocemos.

Definición y metáfora de Cisne Negro

Esta metáfora se basa en la antigua suposición europea de que todos los cisnes son blancos, hasta que los cisnes negros fueron descubiertos en 1697 en Australia.

Entonces, Cisne Negro hace referencia a un evento que es un caso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas previstas.

Según esa definición, son en su mayoría imprevistos, extraños y pueden ser creados por eventos geopolíticos, económicos o de otros eventos inesperados.

Los cisnes negros, además, presentan desafíos para la gestión de riesgos, especialmente en esta Cuarta Revolución Industrial, que hace que nos enfrentemos a un panorama tecnológico que se transforma rápido y veloz.

No obstante, esos cambios transformadores en la tecnología emergente se suman a la capacidad de pronosticar analíticamente, por lo que podemos tratar de mitigar los eventos del Cisne Negro.

Es decir, estos avances sí que van a ayudarnos a planificar y a intentar contener, a través de la gestión de riesgos, los eventos tipo Cisne Negro, aunque siempre considerando que hay muchos escenarios posibles.

Características del Cisne Negro y ejemplos

Como ya lo hemos definido anteriormente, ahora vamos a dedicar un apartado completo a hablar sobre este término y mostraros algunos ejemplos que servirán para comprender en qué consiste.

En primer lugar, y como definición más común, tenemos que Cisne Negro es un evento en el que la probabilidad de ocurrencia es realmente baja, pero que cuando tiene lugar, el impacto es muy alto.

Podemos poner varios ejemplos al respecto:

• La gripe española.
• El inicio de la Primera Guerra Mundial.
• Los atentados del 11-S, en el año 2001.

De manera adicional, podríamos añadir a la pandemia actual del Coronavirus, pero aún no ha sido incluida, ya que se considera como un evento que, realmente, era predecible.

Como podemos observar, se trata de eventos de un gran impacto a nivel mundial y que cumplen con los 3 atributos o características que Taleb describió para estos eventos disruptivos:

• Es un caso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas predecibles, porque nada en el pasado puede señalar convincentemente su posibilidad.
• Tiene un impacto extremo a todos los niveles.
• A pesar de su condición atípica, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones para que ocurra después del hecho, haciéndola explicable y predecible.

Como se puede observar, se trata de escenarios realmente complejos, en los que existen estas tres condiciones y que, claramente, tratan de describir algo que está más allá de lo que podríamos encontrar en una gestión de riesgos común.

Este concepto, en definitiva, es aceptado para describir eventos de baja probabilidad y alto impacto en el campo de la gestión de riesgos.

Categorías de Cisnes Negros y la gestión de riesgos

Adicionalmente, hay algunos estudios, en los que se identifican tres tipos principales de eventos de cisne negro:

• Eventos que eran completamente desconocidos para el entorno científico.
• Eventos que no figuran en la lista de eventos conocidos desde la perspectiva de quienes llevaron a cabo el análisis de riesgos, pero que sí eran conocidos por otros.
• Eventos que sí están en el análisis de riesgos, porque se trata de eventos conocidos, pero que tienen una probabilidad tan baja de ocurrencia que no se cree puedan lugar.

Eventos completamente desconocidos

Este tipo de evento, es desconocido para la comunidad científica, como por ejemplo, cuando se prueba un medicamento, sobre todo en la época de 1950 se observaron de una forma inusual, malformaciones en los niños.

Evidentemente, en actividades sobre las cuales existe un conocimiento considerable, es probable que tales incógnitas sean más raras que en casos en los que se desconoce por completo y existe, por tanto, una incertidumbre mayor.

Eventos desconocidos para quien hace el análisis de riesgos

Este tipo eventos no son identificados por las evaluaciones de riesgo relevantes, ya sea porque no los conocemos o porque no hemos hecho una consideración lo suficientemente exhaustiva.

Si se hubiera realizado un análisis de riesgo más exhaustivo, el evento podría haberse identificado.

Un ejemplo de esta categoría es el 11-S.

Eventos conocidos pero con baja probabilidad de ocurrencia

Esta categoría comprende eventos que ocurren a pesar del hecho de que la probabilidad de ocurrencia se considera insignificante.

Es decir, los eventos son conocidos, pero se consideran tan improbables que se ignoran, por lo que no se implementan medidas preventivas.

Un ejemplo de este tipo es el tsunami que destruyó la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi.

A modo de conclusión, podemos decir que no es sencillo evaluar y gestionar este tipo de riesgos de tipo Cisne Negro, por lo que la mejor forma de afrontarlos, será mediante una combinación de alerta, detección rápida y respuesta temprana.

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