¿Cuáles son las ventajas del pensamiento basado en riesgos?

Pensamiento basado en riesgos

Si bien el pensamiento basado en riesgos está expresado claramente en la ISO 9001: en su versión del año 2015, y en la familia de las ISO 31000 relacionadas con la gestión de riesgos, no es un concepto nuevo, no por lo menos en el entorno empresarial, ya que desde el siglo XIX se establecían técnicas que permitieran cuantificar eventos asociados a los riesgos inicialmente enfocadas a campos como la climatología.

Es así como encontramos la metodología de cuantificación de riesgos a través de la campana de gauss dónde a través de una representación gráfica se muestra la distribución estadística de una variable continua, con el cálculo del VaR (Value at Risk) o valor de riesgo que permite determinar una pérdida probable máxima en unas condiciones normales en el mercado y por un periodo de tiempo determinado, con un nivel de certidumbre dado del 95 %, 99%, o la simulación de Monte Carlo  que mediante cálculos matemáticos representa la realidad de un problema para llegar a la solución del mismo,  aplicado por ejemplo  a la gestión de proyectos dónde las variables de tiempo, recursos y costos muestran su comportamiento a través de una distribución normal o exponencial  y a partir de los resultados se establece el cronograma de trabajo.

El desarrollo de estos modelos llevados a necesidades más reales, cotidianas ejemplifican una mínima demostración de la gestión de riesgos a través del tiempo, y en gran medida aplicada en el ámbito empresarial, aunque fuera un concepto ligado inicialmente a la predicción de fenómenos naturales también con grandes impactos económicos.

Explorando este concepto a la luz de la norma ISO 9001: 2015 podemos decir que este se encuentra expresado y abarca toda la norma, en la cual se establece y contempla la importancia de identificar aspectos o factores tanto al interior de las organizaciones, como de su medio ambiente externo que tengan un impacto sobre la prestación del servicio y/o la calidad o conformidad de los productos y la consideración de oportunidades que permitan aumentar la satisfacción del cliente.

El pensamiento basado en riesgos brinda una mirada más objetiva en el desarrollo de las actividades en las organizaciones y hasta en la vida diaria, permite determinar escenarios se pueden presentar que cambian la linealidad establecida previamente en el desarrollo de un plan, es decir las actividades aunque obedecen a la aplicación de procedimientos, técnicas entre otros, están sujetas a cierto grado de incertidumbre, de error o de acontecimientos que en algunos casos no se pueden evitar en un 100%, pero si se pueden prever sus impactos y determinar medidas que permitan controlar o minimizar los impactos en caso de ocurrencia de los mismos.

En el marco del sistema de gestión de la calidad se establece que se deben tomar acciones para abordar riesgos y oportunidades, dichas acciones están encaminadas a garantizar el logro de los resultados planeados, aumentar la satisfacción, mitigar o prevenir los impactos negativos, propender por la mejora continua , nos habla de que no solamente se deben planificar dichas acciones sino también evaluar la eficacia de las mismas, es importante tener en cuenta aquí que el pensamiento basado en riesgos no sólo se determina para los riesgos sino que existen también las oportunidades, las cuales son una fuente que permite entre otros el aumento de la satisfacción del cliente y la continuidad o crecimiento de una organización.

En la actualidad vemos reflejado en algunos aspectos esa identificación y explotación de las oportunidades en algunos sectores, como por ejemplo el sector educativo, que por efectos de la pandemia se vio abocado a cambiar a un modelo virtual o asistido con herramientas informáticas, el sector salud dónde se establece la atención virtual, la atención domiciliaria, el sector bancario dónde cada vez es menos requerida la presencialidad para la realización de cualquier trámite, entre otros.

En este sentido vemos como una situación específica, aceleró el desarrollo de alternativas y oportunidades que ya se venían trabajando en muchos sectores y que están enfocadas inicialmente a la satisfacción del cliente, pero también a lograr que esas organizaciones permanezcan en el mercado actual, en el tiempo, la obtención de un beneficio económico y por ende la rentabilidad de las mismas.

A la postre  el pensamiento basado en riesgos en términos generales busca brindarnos tranquilidad y certeza en el desarrollo de nuestras actividades, esa necesidad de estabilidad que tenemos los seres humanos y que se ve reflejada en toda una serie de prácticas que  pretenden brindarnos la misma, que se puede aplicar a ámbitos personales, laborales, empresariales, etc., busca minimizar los impactos por pérdidas que en la mayoría de los casos se pueden traducir a un aspecto económico, pero también en términos de salud, de seguridad.

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