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Cuadro de mando integral

Ventajas de aplicar el cuadro de mando integral en tu empresa

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Cuadro de Mando Integral

El Cuadro de Mando Integral (CMI), o Balanced Scorecard, es una herramienta  de gestión empresarial que favorece el diseño, implantación, control  y evaluación de nuevas estrategias que favorezcan el desarrollo y crecimiento de la organización.

La globalización de los mercados hace que las empresas se vean en la necesidad de diseñar nuevas estrategias que les permita ser más competitivas y diferenciarse de sus competidores, para continuar creciendo. Sin embargo, el desarrollo de estas tácticas precisa de herramientas concretas que faciliten la consecución de estos nuevos objetivos.

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En la actualidad existen métodos diversos que las empresas pueden poner en marcha con este fin. Entre ellos, uno de los más destacados por sus resultados positivos, es el Cuadro de Mando Integral, un instrumento que cuenta con más de veinte años de historia y que ha demostrado ser eficaz para cualquier tipo de empresas, con independencia de su tamaño o sector.

Características del  CMI

El Cuadro de Mando Integral se basa en una serie de perspectivas en las que se enmarcan los objetivos estratégicos que persigue. Por norma general se habla de cuatro perspectivas, aunque en función de las necesidades de la empresa pueden ser más.

Para medir y valorar la consecución de estos objetivos estratégicos, las empresas deben seleccionar y definir indicadores de gestión diferentes por cada objetivo y perspectiva.

  • Perspectiva del cliente,  a través de la que se pretende conocer y mejorar el nivel de satisfacción de este sector.
  • Perspectiva interna.  Es decir, los recursos que son necesarios para alcanzar los objetivos.
  • Perspectiva de procesos. Viene determinada por la propuesta de valor. Se compone de procesos como la formación, la innovación o el servicio de postventa.
  • Perspectiva financiera. Se centra en aspectos de tipo económico y se analiza a través de indicadores como el ROI o los beneficios ingresados.

Ventajas de aplicar el CMI

La aplicación del Balanced Scorecard conlleva una serie de ventajas para las empresas que lo implementan en sus procesos. Esta herramienta:

  • Ofrece una visión global de la situación de la empresa.  Al recoger información continua desde diferentes perspectivas permite observar, de manera global, las características más representativas de la empresa
  • Permite conocer la situación concreta en la que se encuentra la organización. Además, la información analizada describe la situación exacta en la que se encuentra la empresa.
  • Facilita  el control de la evolución de la compañía. Gracias a los indicadores y al seguimiento y análisis que se lleva a cabo, se puede prever las futuras consecuencias y actuar para evitar o minimizar riesgos y corregir desviaciones.
  • Alinea los objetivos estratégicos con los de cada sector o departamento, de tal forma que se dirigen todos los esfuerzos hacia la misma meta.
  • Favorece la comunicación de la estrategia a desarrollar y, por tanto, su implementación. Para la aplicación efectiva del CMI es fundamental una eficaz comunicación. Todos los integrantes deben conocer las estrategias que se van a llevar a cabo y colaborar en la consecución de los objetivos.
  • Promueve la motivación e implicación de los trabajadores. Al hacerles partícipes, en todo momento del proceso, los trabajadores se sienten parte integrante y están más motivados.

El proceso de implementación del CMI

La implementación de este modelo en la gestión empresarial, requiere de un análisis previo, que permita determinar la situación de salida y definir los objetivos que se pretenden alcanzar. Para diseñar las estrategias que se van a llevar a cabo, es decir, aquellas medidas que facilitarán la mejora y crecimiento empresarial, es necesario descomponer los procesos y analizar cuáles son aquellos que realmente confieren valor añadido tanto al producto como a la empresa.

Tras este análisis, una vez definido el mapa estratégico, llega el momento de seleccionar los indicadores o KPI (Key Performance Indicators), que ayudarán al control y seguimiento de los mismos.

A través de los indicadores se mide el desempeño de cada uno de los procesos y su adecuada evolución. Estos indicadores proporcionan información de interés de manera continua y facilita la prevención o intervención, en caso preciso, al indicar qué proceso no están resultando efectivos.

Este proceso es uno de los más importantes en la implementación del CMI, pues una selección de indicadores poco representativos no ofrecerá la información buscada, y por tanto, impedirá que se alcancen los resultados deseados.

Por otro lado, se debe diseñar el plan de acción y comunicarlo a toda la organización. El conocimiento por parte de todos los miembros de la organización es fundamental para alcanzar los objetivos estratégicos.

Por último, es necesario llevar un seguimiento y control continuo, para detectar posibles desviaciones o riesgos y analizar qué procesos se pueden mejorar.

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