Auditoría de Control Interno
Cuando hablamos de Auditoría de Control Interno no nos referimos solamente a las auditorías de sistemas normalizados, ni a las financieras, ni a las auditorías de riesgos. Nos referimos a las que forman parte del Sistema de Control Interno de la organización, gracias al cual, la organización mantendrá su día a día alineado con la consecución de resultados de forma eficiente.
Las auditorías de control interno son la forma ideal de mantener el foco en la consecución de objetivos de forma eficiente, tal como se planificó en las estrategias y planes de acción definidos. Para conseguirlo, estas auditorías deben estar definidas a la perfección, ejecutadas en tiempo y forma y ser revisadas con frecuencia de forma que se pueda actuar rápidamente ante eventuales desviaciones que pongan en riesgo alcanzar las metas o incurrir en algún tipo de incumplimiento.
Para ello, las compañías a nivel global siguen una serie de buenas prácticas que aplican a cada organización de forma distinta en función de los niveles y tipos de cumplimiento a las que estén sometidas, así como de su estructura, operativa, estrategias y objetivos fijados.
Propósito de la auditoría de control interno
No es otro que fijar la primera línea de defensa contra procesos y controles que no cumplen con lo establecido en su sentido más amplio.
Gracias a una buena gestión de las auditorías de control interno se puede monitorear y mejorar incluso la cultura corporativa, clave para que la organización se mantenga alineada y el grado de cumplimiento no dependa del sistema de control si no del buen hacer y al implicación de las personas.
Mediante la auditoría de control interno mantendremos la organización alineada con el logro de la estrategia ESG, siempre que estas se realicen de forma sistemática, planificada y en orden con lo establecido en el Sistema de Control Interno de la organización.
Mejores prácticas en la gestión de auditorías de control interno.
El Sistema de Control Interno también debe ir mejorando con el tiempo y someterse al ciclo PHVA para ser cada vez más eficaz. Este proceso de mejora obviamente depende del tiempo y la madurez pero siempre se pueden tener en cuenta las buenas prácticas internacionales detectadas:
1.- Planificar es la primera barrera contra el fracaso.
La preparación es vital, no solo para que se ejecute según los objetivos fijados, también para que el proceso de auditoría de control interno, que puede resultar incómodo para muchas personas, sea aceptado y participado por toda la organización.
En este sentido también será vital que el auditor transmita de forma positiva y con voluntad de mejora, nunca de forma negativa o autoritaria.
2.- Comprometerse con lo auditado.
El proceso de auditoría de control interno no puede ser algo aislado en el tiempo si no que debe llegar a formar parte de cada área de la organización. Auditar y desaparecer hasta la próxima auditoría no aportará nada al área y puede llegar a ser interpretado de forma negativa, generando rechazo.
3.- Identificar los controles clave.
Esto no solo es fruto de la planificación y lo establecido en el Sistema de Control Interno, la experiencia, capacidad de análisis y buena gestión del auditor también son claves y deben aportar al propio Sistema de Control Interno detectando puntos de mejora y prioridades en los controles establecidos.
4.- La auditoría de control interno debe aportar.
Debe ser un proceso constructivo, que aporte valor. Para ello es clave que durante el proceso de auditoría no solo se registren datos, hallazgos u observaciones si no que desde ese mismo momento se aporte valor al proceso. Un consejo, no espere hasta el final de la auditoría para la redacción del informe, si lo hace de forma continua mientras se audita, el aporte de valor será mucho mayor.
5.- Adopte un enfoque ágil.
Habitualmente la auditoría interna suele ser rígida y estar marcada con plazos y parámetros que hay que cumplir. Obviamente hay que cumplirlos pero esto no debe implicar una actitud rígida. Una actitud más ágil y flexible (dentro de lo establecido en el Sistema de Control Interno) mejorará la participación y el aporte de valor de la auditoría de control interno.
6.- Aproveche las ventajas de las nuevas tecnologías.
El empleo de software de gestión, checklist y otros sistemas que aporten agilidad y minimicen el tiempo operativo en la auditoría permitirá que los integrantes del Sistema de Control Interno de la organización tengan tiempo para aplicar estas buenas prácticas y mejorar de forma mucho más rápida el SGCI, aportando más valor.
Software para Auditorías de Control Interno.
Para llevar a cabo todo el proceso de Auditoría de Control Interno y poder desarrollar estas buenas prácticas, se hace necesario el empleo de plataformas tecnológicas que faciliten la gestión, automaticen procesos administrativos y mejoren día a día la eficiencia y la agilidad. Gracias a ello, el Control Interno será, además, un aporte de valor y una herramienta de palanca que agregue velocidad en el camino a la consecución de los objetivos estratégicos.
Por este motivo, contar con un Software de Control Interno como GRCTools facilita la gestión y mejora el nivel de cumplimiento, maximizando las oportunidades de que cualquier organización llegue a alcanzar sus objetivos.
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