Estrategia empresarial: Lista de propósitos para el año nuevo

Propósitos para la Estrategia empresarial

Una buena estrategia empresarial correctamente ejecutada es la clave del éxito de una organización. La planificación estratégica es una disciplina relativamente sencilla de implementar mediante modelos como Balanced Scorecard. Aun así, existen ciertos malos hábitos que pueden alejarnos de la ejecución de lo planificado. Son aspectos que, frecuentemente, pasamos por alto o a los que no prestamos la atención suficiente y que, sin embargo, son claves para materializar nuestros objetivos.

Aprovechando las ganas de mejorar y la ilusión que siempre nos invaden cuando se acerca el año nuevo, queremos darle un impulso a usted, como directivo y responsable de la estrategia, hacia esa mejora y sugerirle una lista de propósitos que estamos seguros, le serán de utilidad y le ayudarán en el camino hacia la ejecución de su estrategia empresarial.

1. Voy a fomentar la participación del equipo en la estrategia

Es imprescindible contar con la visión de los colaboradores en la planificación de la estrategia empresarial. Todas las aportaciones son importantes y pueden ayudar a identificar oportunidades, amenazas, fortalezas y debilidades de la organización. Las lluvias de ideas y las sesiones colaborativas aportan valor y gracias a ellas se obtiene una visión de conjunto. Por otra parte, las personas se sienten más motivadas al sentir que su opinión es tenida en cuenta.

2. Trataré de ser más innovador en el planteamiento estratégico

A veces, cuando se comienza en la estrategia, es común utilizar plantillas predeterminadas. Sin duda, suponen un gran apoyo en los primeros momentos, siempre que la plantilla seleccionada se adapte a las necesidades de la estrategia de nuestra empresa. Cuando se va adquiriendo rodaje en materia estratégica, lo mejor es buscar ideas innovadoras y no ceñirse a completar un formato predefinido, ya que este siempre nos va a limitar impidiéndonos ver más allá. Moverse, preguntar a los colaboradores, investigar, esa mentalidad será la que le lleve al éxito.

3. Utilizaré un lenguaje más sencillo para expresar los objetivos

A veces cometemos el error de querer emplear una retórica excesiva para expresarnos y complicar la comunicación con un lenguaje demasiado técnico, cuando no siempre es necesario. Al usar un lenguaje accesible es más fácil comprender e interiorizar los objetivos estratéticos. Por otra parte, debemos ser concisos, ir al grano, formular enunciados cortos que expresen rápidamente lo que se desea conseguir. La técnica SMART para formular objetivos puede ayudarnos en este aspecto.

4. Practicaré el «think outside the box»

Aunque la estrategia deba formalizarse de manera estructurada, no hay que temer a expresar ideas o proponer cosas que no se hayan hecho nunca. Existe cierto miedo a ser trasgresor, a decir en voz alta ideas que van más allá de lo común o de lo que se ha venido haciendo en la organización hasta ese momento. Realmente, cuando se hace una lluvia de ideas, lo deseable es contar con el mayor número de ellas para luego seleccionar las más viables. Una buena práctica es comenzar la sesión planteando preguntas que fomenten la participación creativa, que supongan un reto para los participantes y les animen a expresar todo aquello que se les ocurra.

5. Buscaré la sintonía entre estrategia y personas

Cuando hablamos de ejecución estratégica hablamos de personas que actúan para convertir los objetivos en metas realmente cumplidas. Por ello, la alineación entre el capital humano y los objetivos de la estrategia empresarial es de vital importancia para que la estrategia pase del papel a la realidad. La gestión del talento y las competencias, saber transmitir a las personas los objetivos y cuál es su rol en su cumplimiento. Los objetivos individuales deben alinearse con los generales, y todos deben percibir que son una parte importante en la estrategia.

6. Comunicaré adecuadamente la estrategia empresarial a los empleados

Se suele utilizar la metáfora de una organización, como si se tratase de un barco en el que todos reman en la misma dirección para poder avanzar. Realmente, debe ser así. Si todos los miembros conocen e interiorizan la visión (es decir, el objetivo último y más importante), la misión (la propuesta de valor de la organización) y los valores (los principios sobre los que se asientan todas las decisiones), será más fácil remar en la misma dirección.

7. Daré el salto: seleccionaré un buen software para gestionar la estrategia

Puede que hasta ahora la gestión estratégica de su organización se haya llevado a cabo empleando soportes digitales pero no automatizados. Utilizar hojas de cálculo tipo Microsoft Excel u otras opciones de software libre para gestionar Cuadros de Mando, indicadores o planes de acción, aunque a priori puede parecer sencillo, dificulta enormemente el mantenimiento de los mismos. La información no tiene trazabilidad y los datos no son dinámicos, con lo que las modificaciones e inclusiones de nueva información se convierten en una tarea tediosa que requiere recursos y, además, el margen de error es amplio. Existen opciones para automatizar la gestión estratégica que agilizan el mantenimiento del Balanced Scorecard y lo transforman en un modelo visual y sencillo.

GRCTools es una plataforma que, además, facilita la integración de la estrategia con otros estándares como normas ISO.