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OKR

Definir OKR paso a paso. De objetivos anuales a iniciativas semanales

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OKR

La metodología OKR para el establecimiento y seguimiento de Objetivos y Resultados Clave ya ha aportado grandes resultados en organizaciones como Google, Intel o LinkedIn, pero no es necesario ser una gran compañía para aplicarla.

La clave del éxito de la metodología OKR se basa en su sencillez. Desde su implantación hasta el seguimiento del impacto de las iniciativas en los resultados clave el proceso es extremadamente sencillo y ágil, permitiendo cambios de dirección rápidos y ágiles, algo especialmente interesante cuando se opera en entornos VUCA como el actual en prácticamente todo el mundo.

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Estructura de un OKR:

OKR se caracteriza por tener un objetivo motivador, inspirador y ambicioso, muy ambicioso, al igual que unos resultados clave o numéricos (en valor absoluto o en porcentaje) orientados a la acción y hacia los que orientaré iniciativas de forma que llegue a conseguirlos.

Por ejemplo:

  • Objetivo: Inaugurar un restaurante de éxito en X ciudad en 6 meses.
  • KRs: ¿Cómo sabré que he conseguido realizar la apertura con éxito?
  • KR1: XXX mesas atendidas en el primer mes
  • KR2: Índice de satisfacción de clientes superior a 8/10
  • KR3: Alcanzar lista de espera de 2 semanas

Comenzando con OKR

Para comenzar a utilizar OKR es necesario partir de una base y como en cualquier planteamiento estratégico, ha de ser la misión y la visión de la organización. ¿Hacia dónde vamos y cuál sería nuestro fin último?

Ten en cuenta que OKR no es estrategia, sino que es una metodología para ponerla en movimiento y traducir la misión en acciones concretas que nos hagan avanzar hacia la consecución de la visión.

Definir la Estrella Polar

Definida la visión y la misión, para poder traducirla a objetivos e indicadores clave, será necesario cuantificarla, poner una cifra objetiva con la que puedas decir que “ya has alcanzado la visión de la organización” y esta cifra, será el OKR de largo plazo al que nos dirigiremos.

Este término fue popularizado por Sean Ellis, el creador de la disciplina Growth Hacking.

Acortando plazos, de Estrella Polar a OKR anuales.

Teniendo la Estrella Polar en mente toca preguntarse ¿Qué queremos conseguir este año que nos acerque a esa estrella polar?

Estos objetivos por supuesto deben estar alineados y alimentados por la misión de la organización y en caso de que no respondan adecuadamente a la pregunta ¿Esto me ayuda a acercarme a mi visión de la forma en la que indica la misión? Sea negativo, deberán de ser redefinidos.

Para comenzar con OKR será suficiente con definir 2 o 3 Objetivos anuales y sus Indicadores clave. Esos será los objetivos del año y los indicadores que me orientarán hacia su consecución.

Llevando OKR al día a día:

Teniendo claros los indicadores que me llevarán a la consecución del objetivo anual, podré dividir esa cifra por trimestre o/y establecer nuevos objetivos e indicadores clave que podamos alcanzar en el siguiente trimestre.

Estos objetivos ya no solo serán trimestrales, sino que deberán estar desglosados por los diferentes equipos que tengan algo que aportar hacia la consecución de los grandes objetivos anuales e incluso desglosados en OKRs personales.

En este nivel los objetivos han pasado de ser estratégicos y mirar al largo plazo para convertirse en planes de acción tácticos y potentes con los que buscar la consecución de un objetivo cercano. En este nivel de definición está la clave para conseguir implicar a los equipos y las personas para que todos remen en la misma dirección, ya que si se definen correctamente focalizaremos a todos los integrantes del equipo hacia el mismo camino.

De OKR a iniciativas.

Una vez tenemos claro un objetivo a corto plazo y los indicadores clave con los que mediremos si nos aproximamos a ese objetivo, toca definir iniciativas / tareas muy concretas y con límites temporales también a muy corto plazo que se puedan comenzar a ejecutar de forma inmediata. Estos son los cómo llegaré a conseguir ese objetivo trimestral y deberán revisarse cada semana para evaluar:

  • El grado de cumplimiento con la iniciativa
  • El grado de aporte a los indicadores y, por tanto, al objetivo trimestral
  • Las dificultades que se han encontrado en su ejecución y en qué medida estas se pueden solventar.

GRCTools

Está claro que el miedo al fracaso debe ser eliminado para poder innovar y experimentar, de manera que nuestros objetivos alcancen los mejores resultados y sigamos aprendiendo.

Medir y hacer el seguimiento de los objetivos nunca ha sido más fácil que con el GRCTools, ya que actualiza a momento los datos que necesitamos y nos permiten tomar decisiones considerando todos los puntos de vista desde cualquier lugar.

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