Si lo que buscamos en la organización es que todos los procesos fluyan sin problemas y la relación de entradas y salidas en cada uno de ellos sea óptima, es más que recomendable un planteamiento de mejora continua.
Los riesgos en las organizaciones se interpretan en su gran mayoría como situaciones de impacto altamente negativo, que requiere atención inmediata por parte del comité de riesgos. Un riesgo que no se identifique y controle en el menor tiempo posible, puede traer consecuencias con alto costo para lograr la recuperación, adicionalmente da espacio a la ocurrencia de otros riesgos asociados.
Balanced Scorecard es una de las metodologías de gestión estratégica más utilizadas en todo el mundo desde su publicación a principios de los años 90 por sus autores, Robert Kaplan y David P. Norton.
GRC es una tecnología enfocada al cumplimiento normativo y legal de las organizaciones, involucrando gestión de riesgos de todos los procesos y recopilando información confiable a la dirección para la toma de decisiones. El análisis de la información conduce a la definición de planes de acción eficaces en corto tiempo. La gestión de GRC debe hacer que los procesos converjan para un desarrollo integral de la tecnología.
La estrategia organizacional, como hemos comentado ya en este blog, si bien debe mantener una línea estable, ha de ser algo vivo y capaz de adaptarse a los cambios constantes de los entornos cambiantes que encontramos.
La identificación de los riesgos permite a cualquier organización prepararse ante posibles eventos con impacto negativo, y que se traduce en pérdida de recursos humanos, físicos o financieros, se llegase a materializar. Los responsables de la gestión de riesgos analizan desde todos los frentes los riesgos y definen controles que los eliminen o mitiguen.
¿Qué tipos de Indicadores hay para Balanced Scorecard?
Los indicadores para Balanced Scorecard es una de las metodologías de planeación estratégica más utilizada en todo el mundo gracias a su gran adaptabilidad a la mayoría de sectores de actividad y el éxito o fracaso de su empleo depende de un gran número de factores, como ya vimos en el artículo sobre los factores clave de éxito en planeación estratégica.
Los procesos productivos en las organizaciones difícilmente funcionan todos al mismo ritmo, y mucho menos al ideal en cada circunstancia. En todas es fácil encontrar cuellos de botella que hacen que los siguientes pasos de la cadena sufran retrasos o necesiten hacer reprocesos, entre otras circunstancias.
Cada vez cobra mayor importancia contar con herramientas que faciliten la gestión de riesgos y cumplimiento y que nos muestren información acertada que nos permita tomar las mejores decisiones, en este camino nos encontramos con diversos desarrollos, tecnologías, normas, leyes, entre otros, que apoyan dicha gestión, hoy traemos a colación la Ley de Newcomb-Benford, la cual resulta de particular utilidad para descubrir fenómenos de fraude, casi que en cualquier tipo de actividad, esto debido a que supone una probabilidad de aparición de los números del uno (1) al nueve (9) perfectamente definida y que se ha podido comprobar en diversos campos de la vida diaria, la geografía, las elecciones de un país, entre otros, pro ese detalle lo mostraremos más adelante, por ahora vamos a dar un breve vistazo a quienes fueron los postulantes y desarrolladores de la misma: